El Caso de la Cabeza es el sexagésimo primer episodio de NCIS y el decimoquinto en 3 Temporada.
Sinopsis[]
En el proceso de arrestar a un grupo de marineros de la Armada que estaban operando una tienda ilegal chuleta, Ziva descubre un refrigerador en el maletero de un automóvil recientemente robado y descubre una cabeza humana en el interior, lo que llevó al equipo a lanzamiento una investigación. Sin embargo, lo que debe ser un caso sencillo se convierte en una pesadilla cuando las pruebas de Abby confirman que las cenizas que del capitán esposa y joven hija han estado llevando a cabo desde la muerte del capitán en realidad son falsos , lo que obligó al equipo a encontrar restantes partes del cuerpo del capitán y garantizar los verdaderamente responsable ante la justicia.
Prólogo[]
La escena se abre en un garaje donde un auto chop-shop ilegal se está ejecutando. Suboficiales Fred Randall y Michael Jones están ocupados trabajando en coches separados cuando otro suboficial, Marc Hobie llega de vuelta, conduciendo un Mercedes.
Hobie comenta que van a conseguir tres G para este coche. Como los demás admiran el coche, Hobie abre el maletero del coche y hay un refrigerador en el interior.
Mientras tanto, el agente especial Timothy "Tim" McGee está colocando cuidadosamente un redoble de tambor de aceite justo debajo de la entrada para evitar la entrada abierta que funciona como segundos más tarde, agentes Leroy Jethro Gibbs, Anthony "Tony" Dinozzo Jr. , McGee y Oficial Ziva David barren en el garaje, blandiendo sus armas e instando a los suboficiales a congelar mientras anunciaba a sí mismos como NCIS.
Sabiendo que ellos tienen otra opción, los suboficiales se dan por vencidos. Mientras DiNozzo y McGee abofetean los oficiales y los leen sus derechos con DiNozzo diciendo sarcásticamente los "genios" que su primer error fue el robo de herramientas desde el centro de vehículos, Gibbs pide una furgoneta prisión para los suboficiales y notificar Departamento de Policía de Metro porque NCIS roto el grupo en su propio terreno de Metro PD.
Mientras Gibbs está haciendo eso, Ziva repudia a su arma antes de dirigirse al maletero del coche donde se abre el refrigerador. A continuación, llama para él.
Gibbs cuelga y se acerca a donde Ziva es.
Ella le dice con gravedad que los coches no son lo único que han de cortar aquí y como los dos mirar dentro, Gibbs ve por qué.
En el interior del refrigerador es una cabeza humana cercenada.
Es luego muestra a Gibbs y Ziva con Gibbs sin dejar de mirar al frente, mientras que Ziva cierra los ojos con espanto ante la visión sombría.